Perspectiva Joven: UNIVERSITARIOS VISITAN CAMPAMENTOS DE JORNALEROS

Las siguientes son experiencias que obtuvieron cuatro alumnos de la carrera de comunicación de 6° semestre, cursando sus estudios en la UABC Valle Dorado, en donde destacan sus impresiones muy alejadas de lo que muestras los medios comúnmente.

Les agradezco por permitirme exponer sus historias por este blog.

De derecha a izquierda:
Jesús Saucedo, Gerardo Vargas, Joe Martínez y Cuauhtémoc Marchena

Cuauhtémoc Marchena Gorosave.- Iniciamos la travesía por los caminos de Baja California, por los valles, montañas y veredas del estado, haciendo el recorrido muy ameno.

Al llegar al ejido Díaz Ordaz nos topamos con el primer campamento de manifestantes, bajamos para investigar la situación, nos recibe su líder, una maestra de nombre Gloria Gracida Martínez quién nos dio una panorámica de lo que pasaba; unos cientos de personas estaban ahí para que la gente los viera, viera una década o más de abuso, sin salario justo ni prestaciones, ni seguro social, una falta de justicia social. Sorprende la generosidad de esa gente, se interesan por nuestro trabajo, se informan y comparten lo poco que tienen, lo que conmovió a este colaborador, siempre tienen esa sonrisa en el rostro, a diario luchan para sacar adelante a sus hijos y llevar el día a día. La misma maestra nos comenta que esta problemática tiene 20 30 años, cuando la madre de la líder estaba embarazada, seguía trabajando en los campos.

Jesús Saucedo Velázquez.- Vi organización, empezaron a crear campamentos a la orilla de la carretera de forma improvisada con lonas; en Vicente Guerrero había campamentos más grandes. La situación está calmada, aunque uno que otro quería empezar la actividad delictiva se lograban controlar por la misma población, pasando por cada poblado, se entrevistaron a los líderes comunitarios, quienes de forma accesible permitieron documentar los lugares y el movimiento jornalero.

Me quedo claro que la unión hace la fuerza, son muy organizados y saben que eso se requiere para poder sobrellevar esas situaciones.

Gerardo Vargas Ramos.- Comprendí que no todo lo que se escucha o se ve es realidad, que lamentablemente los medios de comunicación no indagan ni crean un lazo intimo con las personas. Por lo tanto, no pueden comprender el verdadero significado del movimiento.

Las personas se portaron muy amables con nosotros, nosotros llegamos y nos identificamos como estudiantes de la universidad de la carrera de comunicación, les hicimos saber que veníamos para conocer cuál era el verdadero motivo del movimiento y documentarlo.

El ambiente en San Quintín y los diferentes poblados es tenso, aunque por el momento la tranquilidad predomina en el aire. Se encuentran muchas unidades policíacas de los 3 órdenes de gobierno (municipal, estatal y federal) cuidando a las personas y previniendo que el movimiento se salga de control.

En el primeros días del movimiento, un grupo de agitadores ajenos al movimiento jornalero hicieron saqueos en los establecimientos y destrozos de inmuebles y vehículos particulares, por lo que la policía los reprimió con balas de goma, sin embargo estas terceras personas fueron aprehendidas.

Los jornaleros dejan en claro que el movimiento es pacífico y solo busca una condición laboral digna.

Joe Martínez Calderón.- Cuando íbamos en el camino, mirábamos puntos donde los jornaleros se reunían, hicimos parada en cada estación, al momento de bajarnos estábamos un poco nerviosos porque no sabíamos con que nos íbamos a topar, llegamos con las cámaras escondidas porque no sabíamos cómo reaccionarían, llegaron buscando al líder de los jornaleros, nos condujeron a una mujer a la que le dicen “la maestra “encontrándola a ella nos informó de lo que está sucediendo en esos momentos y de lo que están haciendo los jornaleros. Por el momento está todo calmado, en espera de respuestas del gobierno.

Todo esto es una lucha pacífica, hay niños, mujeres y hombres a la orilla de la calle con cartelones para que la gente los puedan ver, pidiendo apoyo a los transportistas para agua y alimentos.

Ya se está convirtiendo en un movimiento familiar, los padres van con sus esposas e hijos a las manifestaciones.

Llegaron los policías y pensé que nos iban a decir algo, pero 5 policías bajaron de una patrulla y en ese momento bajan una caja con botellas de agua para ofrecérselas a los jornaleros, en ese momento me di cuenta que las 2 partes se están tranquilizando y ofreciendo soluciones pacíficas.

El trato que recibimos fue muy amable, al llegar nos miraban de mala manera, ya que no sabían cuál era el propósito de estar ahí, pero dijimos que éramos estudiantes de la UABC y que queríamos informar sobre este movimiento ya que los medios de comunicación están distorsionando la información, desde ese momento nos dieron luz verde para poder documentar el movimiento.

Cada vez somos más jóvenes que por nuestro propio pie buscamos la verdad, sin que nos la cuenten.