domingo, 10 de mayo de 2015

LA MCDONALDIZACIÓN

Por: Pincoya/Columnista y estudiante de sociología

Quizás alguna vez hayas ido a comer una hamburguesa a uno de los  restaurantes de la famosa y muy controversial cadena de comida rápida “McDonalds", pero… te has preguntado cómo es el modo de producción de estos restaurantes? Es sorprendente darse cuenta que su proceso de trabajo es todo un paradigma racional.
De acuerdo  con George Ritzer (2006), la McDonaldización implica el hecho de que los restaurantes de comida rápida representan un paradigma contemporáneo de la racionalidad formal, cabe indicar que para Max Weber la racionalidad formal busca perfeccionar los medios para alcanzar fines preestablecidos. Es calculadora, se realiza un ajuste utilitario entre medios y fines.
Obra de George Ritzer
"La McDonalización de la Sociedad"
Ritzer (2006), menciona que la racionalidad formal tiene cuatro dimensiones: la eficiencia, la previsibilidad, un acento sobre la cantidad en lugar de calidad y un control mediante la sustitución de la tecnología humana por la no humana, ahora bien, cabe señalar que esta forma de racionalidad tiende a acarrear la irracionalidad de la racionalidad.
La eficiencia significa la búsqueda de los mejores medios para conseguir un fin; en el restaurante de comida rápida, el servicio de comida a través de la ventilla de los automóviles ilustra bien el aumento de la eficiencia para conseguir una comida.
La previsibilidad implica la ausencia de sorpresas; el Big Mac de Los Ángeles es igual que el de Nueva York o el de México; de modo similar, el que consumiremos mañana o el año que viene será exactamente igual que el que comemos hoy.
Los sistemas racionales tienden a acentuar la cantidad, normalmente una elevada cantidad, en lugar de la calidad. En vez de basarse en las cualidades humanas de un cocinero, los restaurantes de comida rápida se basan en tecnologías no humanas y en cocineros no cualificados que siguen instrucciones detalladas y métodos de cadena de montaje aplicados al proceso culinario y al servicio. Por último, este sistema racional formal acarrea varias irracionalidades, sobre todo la desmitificación y la deshumanización del ritual de la comida.
La venta por ventanilla, aumento
de la eficiencia para conseguir comida
Así, el restaurante de comida rápida ha llevado a su punto culminante la racionalidad formal en general, así como cada una de sus dimensiones.
Es interesante darse cuenta que algunos hechos como la aparición de las tarjetas de crédito o el desarrollo del holocausto fueron creados bajo el paradigma de la McDonaldización.
En el caso de las tarjetas de crédito, estas son eficientes, pues el proceso de obtener un crédito no implica un proceso largo y pesado, sólo hay que responder a un puñado de preguntas. La previsibilidad la ilustra sobre todo el hecho de que la tarjeta de crédito sirve para hacer un consumo más previsible; incluso se puede consumir sin tener liquidez. Muchas personas se fijan en la cantidad de tarjetas de crédito que pueden obtener y los límites de crédito total de esas tarjetas, sin tener en cuenta los efectos negativos en su calidad de vida que tiene contraer una elevada deuda. La decisión de emitir o no una nueva tarjeta o de elevar el límite de crédito queda normalmente en manos de programas informáticos cada vez más sofisticados con criterios inhumanos que no se detienen a considerar cada caso.
Por último, las muy racionalizadas empresas de tarjetas de crédito tienen una serie de irracionalidades, entre ellas la deshumanización que implica tratar con tecnologías no humanas y empleados de banco como robots que se implican en una interacción muy programada con los clientes.
En el caso del holocausto, este hecho también tuvo las mismas características de la McDonaldización. Por ejemplo, se decidió que para matar a elevadas cantidades de personas el gas era un método mucho más eficaz que las balas. El holocausto tuvo la  previsibilidad de una cadena de montaje, con sus largos trenes entrando lentamente en los campos de concentración, las largas colas de gente serpenteando y avanzando hacia las duchas y la producción de grandes cantidades de cuerpos al final del proceso que había que eliminar. Fue calculable en el sentido se acentuaron factores cuantitativos, como cuántas personas podían exterminarse en el menor tiempo posible.
Apenas se prestó atención a la calidad de vida, o a la calidad de muerte de los judíos que marchaban hacia las cámaras de gas. En sentido cuantitativo el holocausto ha sido la mayor exterminación de masas de la historia.
Finalmente, el holocausto utilizó tecnologías no humanas, como las normas y reglamentos de los campos y la cadena de montaje de los hornos, que controlaban tanto a los residentes como a los guardias.


Ritzer, G. (2006). Teoría Sociológica Contemporánea. México: McGraw Hill

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