Por: Pincoya/Colaboradora
Tal vez cuando alguien escucha
reggae inmediatamente la asocie con la cultura rasta, al mismo tiempo que pueda
relacionarla con la marihuana, es decir, la gente puede creer que quien escucha
reggae fuma marihuana, pero esto no es del todo cierto. En fin, me gustaría
compartir un poco de información acerca de mi música favorita, el reggae.
De acuerdo con Anthony Giddens, algunos
sociólogos de la cultura han centrado su atención en la música reggae porque
ejemplifica el proceso de creación de nuevas formas musicales a partir de los
contactos entre diversos grupos sociales. Las raíces del reggae pueden situarse
en África Occidental. En el siglo XVII muchas personas de esa región fueron
esclavizadas por los colonizadores británicos y fletadas hasta las Antillas
para que trabajaran en las plantaciones de azúcar. Aunque los británicos
intentaron evitar que los esclavos tocaran música tradicional africana, por
miedo a que les sirviera como elemento aglutinante para la revuelta, los
esclavos se las arreglaron para mantener viva su tradición percusiva, a veces
integrándola con los estilos musicales europeos impuestos por sus dueños. En
Jamaica, los tambores de uno de los grupos de esclavos, los burru, fueron
abiertamente tolerados por los terratenientes esclavistas porque ayudaban a
mantener el ritmo del trabajo. La esclavitud fue finalmente abolida en Jamaica
en 1834, pero la tradición de los tambores de los burrus se mantuvo, incluso
cuando muchos de sus hombres abandonaron las zonas rurales para emigrar a los
barrios bajos de Kingston.
Haile Selassie |
Fue en estos arrabales donde
comenzó a surgir la nueva religión que habría de ser crucial para el desarrollo
del reggae. En 1930, en África, un hombre llamado Haile Selassie fue coronado
emperador de Etiopía. Mientras que los que se oponían en todo el mundo al
colonialismo europeo se alegraron de su acceso al trono, en las Antillas
algunas perronas comenzaron a pensar que Selassie era un dios enviado a la
tierra para conducir hacia la libertad a los oprimidos de África. Uno de los
nombres de Selassie era el de “príncipe Ras Tafari” y los antillanos que lo
adoraban se hicieron llamar “rastafaris”. Pronto surgió entre los burru el
culto rastafari, y su música pasó a combina el tipo de percusión de ese grupo
con temas bíblicos alusivos a la opresión y la liberación. En la década de
1950, los músicos antillanos comenzaron a mezclar los ritmos y letras
rastafaris con elementos del jazz y el rhytm and blues de los negros
norteamericanos. Al final, esta combinación produjo el ska y, posteriormente, a
finales de los sesenta, el reggae, que se basa en un ritmo relativamente lento
con un bajo marcado y en historias que hablan de las privaciones en las zonas
urbanas y del poder de la conciencia social colectiva. Muchos artistas del reggae,
como Bob Marley, han logrado éxito comercial, y hacia los años setenta este
tipo de música se escuchaba por todo el mundo. En las décadas de 1980 y 1990,
el reggae se fundió con el hip-hop para producir nuevos sonidos.
La historia del reggae es, por
tanto, la del contacto entre diferentes grupos sociales y la de los
significados políticos, espirituales y personales que tales grupos expresaban
mediante su música.
Si algo mantiene el reggae
actualmente, son las letras en contra del sistema:
Alto
al fuego
Usan y abuzan de la fuerza y dicen
que es servir
Propagan la maldad y apagan la
ilusión de vivir
Qué están haciendo con la humanidad
Dejen ya de disparar
¿Qué
hay para mañana?
Hoy el mundo está en terror
Muerte, llanto y destrucción
No hay respeto ni pudor
Sinvergüenzas en acción
No queremos su manipulación
Por cada acto más desilusión
Es tanto tiempo la misma versión
Desgraciadamente es lo que vemos
Prometen cambios
Pero mentir se hizo su tradición
Se burlan de seres humanos
Que han puesto confianza en sus
manos
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