Por: Pincoya/colaboradora
La
socialización es el conjunto de experiencias que tienen lugar a lo largo de la vida de un individuo y
que le permiten desarrollar su potencial humano y aprender las pautas
culturales de la sociedad en la que va a vivir.
El
proceso de socialización muestra el poder de la sociedad sobre las personas,
puesto que la experiencia social es la base sobre la cual construimos nuestra
personalidad, esta construcción es mediante nuestra participación dentro de la
sociedad en la cual vivimos y asimilamos su cultura. Gracias a la sociedad
podemos desarrollar nuestra personalidad para poder interactuar en ella, ya que
sin el contacto social esto no sería posible; vivir en un aislamiento social
impedirá que un individuo pueda desarrollar habilidades de vital importancia,
ya sea el habla o emociones, privándolos de una relación social, por ello el
proceso de socialización es de suma importancia desde una edad temprana hasta
una edad mayor, ya que desde que nacemos aprendemos, pero también vamos
adquiriendo conocimiento a lo largo de nuestra vida.
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| El proceso de socialiación esta presente en todas las etapas de la vida, e involucra lazos afectivos de amistad durante la juventud |
La sociedad ejerce un cierto control sobre el
individuo, pues determina su comportamiento; ya que para que una persona pueda
vivir dentro de una sociedad y pueda ser aceptada debe acatar las normas que la
sociedad le dicte, de no ser así, no podrá vivir en ella y estará bajo
determinados controles sociales provenientes de la sociedad, esta misma no sólo
nos pone controles sociales, sino que nos impone instituciones mediante las cuales rige
nuestra manera de actuar en formas que la sociedad considera las más convenientes, sin embargo,
somos agentes libres con una autonomía moral, podemos reaccionar ante cualquier
situación en la cual no estemos de acuerdo, tenemos la capacidad de
razonar sobre nuestra toma de decisiones,
sobre aceptar dichas instituciones o rechazarlas, es decir, la sociedad es el
medio en donde vivimos, pero no tiene control total de nuestra mente, debido a
que cada persona tiene un concepto diferente sobre su persona y no todas las
personas piensan de una forma similar, pero pueden cambiar sus propias vidas al
igual que la imagen que tienen de sí mismos, también pueden renovar a una
sociedad, pese a que se vea imposible o todo se encuentre en su contra; George Herbet Mead (psicosociólogo y
filósofo estadounidense) pensaba que las personas tienen una capacidad
simbólica, siempre pueden imaginarse otra realidad, otros escenarios sociales y
pueden reaccionar individual o colectivamente para hacerlo realidad, Mead reconocía
que la sociedad ejerce una enorme influencia en los individuos, pero también reconocía
que la sociedad no siendo inmutable, la pueden cambiar las personas.
De
acuerdo con Mead, somos seres con capacidad de imaginarnos otra sociedad
diferente a la nuestra, sólo que de nosotros, depende que esto se pueda llevar
a cabo, debemos tener ese coraje para poder construir otra sociedad o
modificarla y no que sea esta la que ejerza un control total de nosotros.
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| George Herbet Mead |
Con
el proceso de socialización podemos ajustarnos y seguir los modos de conducta
que nos han enseñado y hemos aprendido como convenientes, pero por otro lado, podemos apartarnos de tales modos adquiriendo
una conducta desviada, que es aquella conducta que viola lo que los demás
esperan normalmente, oponiéndose a la conducta normal, teniendo como resultado
una inadaptación social, lo que da origen a que nos apartemos de la sociedad en
la cual hemos crecido y la cual nos ha brindado su cultura, creando dentro de
la misma sociedad un grupo denominado subcultura, en la cual se encuentran
personas que se distinguen del resto de las sociedad y que comparten
características similares, de esta manera podemos concluir sobre el poder no
total que tiene la sociedad sobre las personas, pero sin descartar la
importancia que ésta tiene para nuestro desarrollo a principios de una edad
temprana, puesto que uno no elige en donde y con quien nacer, pero a lo largo
de nuestra vida tenemos esa libertad de elegir con quien llevar a cabo el
proceso de socialización.
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